octubre 1, 2019

Historia

Criadero Aguas Del Ranco, nace de la pasión por los caballos y origen sureño, de don Carlos Bahamonde Bertín.

Preparación, esfuerzo, entrenamiento, han llevado a este empresario y su hijo menor a ser colleras, uniendo el lazo padre e hijo y sembrando tradición.

La vida de campo,  no solo se representa en un rodeo. Detrás, existe trabajo diario y jornadas dedicadas al caballo chileno, a su alimentación y su calidad de vida y además, fuentes de trabajo.

Si bien el criadero, tiene una función comercial, se sustenta en la pasión, en la emoción que produce una cabalgata bajo la lluvia, la conexión entre la tierra y animal, otorgan la fuerza del hombre campesino y el jinete, constituyendo código y complicidad, que se decodifican en el alma.

El apero del huaso chileno, corona las manos artesanales de aquella producción y la interacción social en este intercambio.

Hombres y mujeres anónimos, con riqueza cultural, con historias que marcan sus vidas, plasman el esfuerzo en al contexto de la pasión equina.

Siguiendo la tradición de su padre, Sebastián Bahamonde, persevera en este esfuerzo y heredó la convicción de una pasión. Complementa sus estudios con este deporte, que requiere entrenamiento, junto al compañero. El caballo.  La comunicación de jinete y animal, consigna el logro de una relación basada en el respeto de especies y en lenguajes conjuntos.